10 de septiembre de 2.006
Los velliscanos:
Eduardo Seligrat, Miguel Montero, Carlos Villar, Pablo SER, Abel, Pablo PRESI, Laparra, Javier Rodríguez, Ángel Olmedilla, Asun, Tomás Conversa, Ángel Ortega, Conchi Ureña, Jesús Pastor, Jesús Vicente, Julián Cubillo, Mamen Ureña, Miguel Vicente, Pilar Pérez, Raúl Ortega, Santi Marín y otros amigos de cuyo nombre no puedo acordarme.
Cómo nos fue:
Llegados a la Plaza de Vellisca, comenzamos a preparar las bicicletas y se va congregando un nutrido número de ciclistas que han acudido a esta, podríamos decir, miniquedada que han montado nuestros representantes del club en Vellisca y buenos amigos, Ángel y Asun.
Los velliscanos:
Eduardo Seligrat, Miguel Montero, Carlos Villar, Pablo SER, Abel, Pablo PRESI, Laparra, Javier Rodríguez, Ángel Olmedilla, Asun, Tomás Conversa, Ángel Ortega, Conchi Ureña, Jesús Pastor, Jesús Vicente, Julián Cubillo, Mamen Ureña, Miguel Vicente, Pilar Pérez, Raúl Ortega, Santi Marín y otros amigos de cuyo nombre no puedo acordarme.
Cómo nos fue:
Llegados a la Plaza de Vellisca, comenzamos a preparar las bicicletas y se va congregando un nutrido número de ciclistas que han acudido a esta, podríamos decir, miniquedada que han montado nuestros representantes del club en Vellisca y buenos amigos, Ángel y Asun.
Tras las presentaciones, comenzamos la ruta con una trialera entre encinas donde, en un escalón, Miguel vuela, sin acordarse de que no tiene alas, y se pega un buen restregón. No ha sido nada y continuamos ruta subiendo por carretera hasta el límite provincial con Guadalajara.
Cogemos el cordel de la Sierra de los Degollados y, como en un parque de atracciones, la loma caprichosa nos lleva por toboganes de los de molinillo. Con los cables tensados al máximo, alguno busca más piñones pero no hay más que 9 y en algunas burras menos. De lejos ya vemos lo que nos espera y las patas se echan a temblar.
Estos de Vellisca no han pasado la plancha por aquí. El reagrupamiento en la última ascensión sirve para contemplar en 360º un amplísimo horizonte con las sierras de Cuenca, Guadalajara y Madrid a nuestro alcance y a nuestros pies, el embalse de La Bujeda, donde el pobre Tajo “pierde agua” hacia Murcia y hacia donde nos dirigimos en un vertiginoso descenso por un camino roto que cada vez va poniéndose peor a medida que la pendiente va aumentando. Algún intrépido consigue pasar montado y sin caerse que ya es difícil y así, la compañía toma rumbo a Saceda Trasierra para subir El Portillo donde Carlitos nos lleva con el cuello estirao y las venas hinchás.
En el alto la opción trialera del Barranco del Santo divide al grupo y los que optamos por el sendero podemos disfrutar de una entrada a Vellisca tan espectacular como técnica, con escalones de sillín entripao y un roquedo, con el pueblo a la vista, salvado a pie.
Vellisca desde el Barranco del Santo
A nuestra llegada, nos entripamos de agua, pues la jornada ha sido seca y los bidones ya iban caninos unos kilómetros. Menos mal que nuestros anfitriones han dispuesto una primera recuperación de sales con isotónicos y refrescos variados y la fuente-lavadero hace de improvisada piscina.
En el porche del Barbas se han congregado más amigos del lugar que han colaborado en prepararnos buenas viandas. La gran paella es recibida con ovaciones y el pinche, a la postre hermano de Asun, es felicitado por los comensales por el sabor y el punto conseguido. Estos chicos son verdaderos profesionales y se ve que no es la primera vez que se montan un sarao de estas características.
En el porche del Barbas se han congregado más amigos del lugar que han colaborado en prepararnos buenas viandas. La gran paella es recibida con ovaciones y el pinche, a la postre hermano de Asun, es felicitado por los comensales por el sabor y el punto conseguido. Estos chicos son verdaderos profesionales y se ve que no es la primera vez que se montan un sarao de estas características.
Saciados de todo, Asun nos sorprende con su buen hacer repostero y nos agasaja con unos hojaldres de plátano (especial potasio K), para chuparse los dedos y una tarta de chocolate que recordaba, con dulce letra, el motivo de nuestra reunión ciclista.Cafés y licores cierran esta fantástica Fiesta de Fin de Verano y que a todos nos ha abrumado.
Asun, no hay palabras
Angel y Asun "partiendo el bacalao"
Todos los detalles han sido cuidados con esmero, tanto durante el recorrido en bicicleta, con una organización impecable, como en la comilona posterior.
Amigos de Vellisca,
Amigos de Vellisca,
Gracias por vuestra hospitalidad. Gracias por todo.
1 comments:
Vais a repetir alguna ruta por Vellisca?
Publicar un comentario