jueves, agosto 22, 2019

“Cuatro intensas jornadas de bicicleta,…, con sensación de subida”

El 31 de julio de 2019 un nutrido grupo de compañeros del Club En Ruta de Cuenca, nos desplazamos a Ezcaray y a Vinuesa para disfrutar de nuestra tradicional escapada veraniega, con cuatro exigentes recorridos por la Sierra de la Demanda, los Montes de Suso, los Picos de Urbión y el Camino Natural del Duero, y la Sierra Cebollera.

PRIMERA RUTA. 1 DE AGOSTO

Ezcaray - Cruz de la Demanda - Cordal de la Sierra de la Demanda - Estación de Valdezcaray - Collado de Márulla - GR190 - Ezcaray


Las previsiones del tiempo para el primer día de agosto no eran muy halagüeñas que digamos, con riesgo de fuertes tormentas, sobre todo a primera hora de la tarde, pero la suerte estuvo de nuestro lado porque toda la descarga acompañada de impresionantes rayos y truenos, se desató durante la madrugada, dejando de llover poco antes de comenzar nuestro recorrido.

Las nieblas estaban instaladas en el valle del rio Oja, la temperatura era muy suave, más de lo normal en estas fechas y el terreno había drenado toda el agua caída durante la noche. Esto favoreció unas condiciones inmejorables para rodar, además del buen firme que presentaba la pista del Cordal.




Comenzamos la subida asomándonos a Ezcaray desde la ermita de Santa Bárbara, para seguir subiendo hasta las laderas del Pico Otero (2.045 m). La visibilidad era escasa por la densa niebla que nos impedía contemplar el valle y que apenas nos dejaba ver unos metros del camino, pero una vez arriba, la sensación de tener el mar de nubes blancas a nuestros pies, con el Cordal del Circo de la Demanda y todos sus dosmiles sobresaliendo por encima de ellas, es algo muy difícil de describir.

 

Llegados al cruce de la Laguna Negra, bajamos por un camino un poco más pedregoso que el del cordal para contemplar este bello paraje. Después de las fotos de rigor, volvimos sobre nuestros pasos para recuperar el cordal, completando el tramo de subida que nos llevó al punto más alto de la ladera del pico Otero y descendiendo por una corta y divertida trialera, llegamos hasta el alto de la Cruz de la Demanda, donde a primera hora subimos un coche con el avituallamiento del día.

Los mejores escaladores del grupo se prestaron voluntarios para este cometido, saliendo un poco más tarde que el grupo principal, al que dieron caza con su fuerte ritmo. Mientras recuperamos fuerzas después de la larga ascensión, pudimos ver la zigzagueante carretera del Puerto de la Cruz de la Demanda y a algunos ciclistas cabeceando y luchando en sus tramos de mayor pendiente. Olvidado de la Vuelta a España, en este puerto ganaron en la época de los 90 destacados ciclistas como Tony Rominger, Alex Zülle o el Chava Jiménez.


Desde aquí pudimos ver todo lo que nos quedaba de cordal hasta el Collado de San Lorenzo o Tres Cruces, que no son ni más ni menos que otros 16 kilómetros de rompepiernas, donde hay algún tramo de recuperación o de bajada, pero donde tuvimos la sensación de no parar de subir en todo momento, lo que ya se convirtió en la frase del verano: “Con ligera sensación de subida”, que nos ha servido durante estos días para despertar el buen humor en esos tramos duros que picaban hacia arriba.


Hasta el Collado de San Lorenzo (Tres Cruces, 1.958 m), fuimos dejando atrás los picos que conforman el gran Circo Glaciar de La Demanda: Terrero de la Polvorosa (1.932 m), La Rasilla (1.872 m), Gatón (2.037 m), Necutia (2.026 m), Peñón Espelzia (2.001 m), Domingo Pedro (1.955 m), Cachipurri (2.023 m), Gitano (2.041 m), Cotero (2.019 m), y Salineros (2.099 m). 

Las vistas hacia las dos vertientes son espectaculares. Hacia el norte el profundo valle del Oja cubierto por el manto blanco de nubes, y hacia el sur impresionantes cadenas montañosas como las sierras de Neila, Urbión y Cebollera.

En el descenso de las laderas del San Lorenzo hacia la estación de esquí de Valdezcaray, nos engulló la niebla y en la bajada hubo que ir muy atentos por la escasa visibilidad, pero una vez atravesadas las nubes, pudimos disfrutar de lo lindo del que podemos considerar como uno de nuestros senderos favoritos.



Tras subir las zetas del Collado de Márulla (1.583 m), comenzamos el rápido, limpio y divertidísimo descenso por el GR-190, donde nos esperaban emociones fuertes en sus 7 kilómetros de sendero singletrack, con 770 metros de desnivel y una pendiente media del 11%, con la dificultad técnica justa para deslizarse con velocidad sin afrontar demasiados riesgos.

Llegar hasta el mismo Ezcaray trialeando entre los hayedos no tiene precio. Sin lugar a dudas, éste es el tramo que mejor recuerdo me ha dejado en estos cuatro días.

En mi opinión y creo que hablo en nombre de todos, es una de las mejores rutas que hemos hecho nunca en BTT.

*Agradecer la inestimable colaboración de ELMUNI (Nacho) de Wikiloc, por sus consejos como
buen conocedor de la zona, proporcionándonos los mejores recorridos posibles y facilitándonos
todos los tracks, tanto del recorrido base como de sus alternativas de escapada. La navegación
ha sido perfecta.

https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/ezcaray-1-club-en-ruta-08-19-39356167


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SEGUNDA RUTA. 2 DE AGOSTO

Ezcaray - Pazuengos - San Millán de la Cogolla - Alto de Fonfría - Turza - GR93 - Ezcaray

Después de un buen desayuno, comenzamos la ruta por el Puente Canto del río Oja, siguiendo durante aproximadamente 1 km la carretera LR-415 en dirección a Azárrulla y Posadas, hasta la subestación eléctrica, donde cogimos una pista a mano izquierda. 

Enseguida fuimos ganando altura y pasamos junto a unas ruinas en el centro de un prado donde destaca una de las paredes que se mantienen en pie. Se trata de los restos del Monasterio del Priorato de Ubaga, de origen medieval y dependiente de la Abadía de Valvanera. En este lugar se situaba antaño la aldea de San Juan, hoy desaparecida completamente. 

Un poco más adelante llegamos a Gilbarrena, una aldea abandonada con su iglesia construida en 1880, que se encuentra en buen estado de conservación.



A estas alturas del camino la tierra deja paso a la hierba, haciéndose más estrecho, prácticamente un sendero, y cruza el arroyo de la Zalaya, justo antes de subir dos duros repechos “con sensación de subida” bastante intensa, que nos dejan en la pista que sube desde la carretera de la Estacion de Invierno de Valdezcaray y que nos lleva hasta el Collado de Sagastia, punto de intersección con el GR 190, por donde descendimos el día anterior.

Un corto tramo descendente hasta la carretera y otra vez en subida llegamos a Bonicaparra, antigua aldea, hoy área recreativa con mesas de piedra, un refugio cubierto y una fuente que no tuvimos oportunidad de ver debido a la niebla que volvió a instalarse en el valle a primera hora de la mañana.

Llegamos al Collado de Larrizabala por una pista a mano izquierda sin perder altura, descartando otra que también queda a mano izquierda, y que cogimos a la vuelta para bajar a Turza.

Atravesamos una portilla metálica de un vallado de vacas, y nos dirigimos a la derecha para iniciar un rápido y divertido descenso por las campas, ya que al principio parece no haber camino, pero luego se va definiendo hasta bajar al arroyo Espurgaña. Tras cruzarlo, una nueva cancela nos dio acceso a la pista, que de nuevo se pone cuesta arriba. Este tramo se agarra bastante aunque es relativamente corto, y tras coronarlo llegamos a Pazuengos con parada a repostar en su magnífica fuente, frente a la iglesia. Esta vez no había coche de apoyo y confiábamos a la vuelta en tomar algo refrescante en el bar, pero estaba cerrado.

Nos metimos de lleno en el GR 93, otro magnífico tramo, de lo mejorcito de la jornada, primero en un suave ascenso atravesando hayedos y claros. Posteriormente nos introducimos en el robledal y comenzamos el descenso muy limpio y divertido. Tras el bosque salimos al claro, con todo el valle del río Cárdenas abriéndose frente a nosotros, donde la senda se vuelve pedregosa, estrecha, rocosa en algunas zonas, con pasos muy complicados donde es necesario un nivel técnico más que aceptable. Alguna caída, sin consecuencias a pesar de lo aparatosas y por fin divisamos San Millán de la Cogolla y abajo Lugar del Río, a donde llegamos tras un descenso pronunciado. Una vez en la carretera LR-422 recorrimos un tramo de unos tres kilómetros para llegar a San Millán de la Cogolla.

Visitamos los exteriores del Monasterio de Yuso. Este monasterio fue construido para ampliar el de Suso en el siglo X y destaca por sus grandes dimensiones. Fue reconstruido en los siglos XVI, XVII y XVIII, y en él se conjugan diferentes estilos, renacentista y barroco principalmente.

A continuación subimos al Monasterio de Suso por la carretera. En este monasterio encontramos diferentes estilos arquitectónicos que se fueron superponiendo entre los siglos VI y X: visigótico, mozárabe y románico. Como dato anecdótico, la visita la hicimos descalzos a petición del personal encargado, para no rayar el suelo del recinto con las calas de las zapatillas.

Y tras las obligadas visitas culturales llegó el plato fuerte del día, la subida al Alto de Fonfría. Antes bajamos de nuevo al Monasterio de Yuso para repostar agua en la fuente-abrevadero que hay junto al cementerio y para hacer un pequeño avituallamiento.

Volvimos a subir, esta vez por la senda hacia el Monasterio de Suso, que abandonamos para seguir subiendo por otra senda con un buen repechón hacia el Alto de la Manguilla. Una vez coronado y tras un breve descenso, cogimos el Camino a Berceo por el que subimos hasta Fonfría.

En la primera parte rodamos al abrigo del bosque, pero tras salir del arbolado a campo abierto fuimos expuestos al sol. La pérdida de sudor y la deshidratación hace de esta subida la más dura de todas las que afrontamos en nuestros cuatro días por Ezcaray y Vinuesa.

Subimos a cuentagotas, regulando cada uno sus fuerzas, viendo a lo lejos la torre de vigilancia contraincendios que remata el Alto de Fonfría (1.304 m) al que parecía que no ibamos a llegar nunca. Un punto geodésico y una pequeña escultura metálica de un helicóptero indicando la altitud, completan el conjunto. Nos acercamos a la antigua y curiosa pista de aterrizaje y una vez recuperados del esfuerzo, iniciamos por pista ancha un largo descenso de unos siete kilómetros, pasando de nuevo por Pazuengos y continuando hasta la aldea abandonada de Villanueva.

Desde Villanueva el terreno vuelve a picar para arriba durante unos 4 kms, que luego se suavizan en la zona de Fuente Fría, hasta llegar de nuevo al Collado de Larrizabala, esta vez por su vertiente norte, tras rodear todo el cerro de Cuesta Narros en suave y larga ascensión.

Ya con todo el acumulado hecho bajamos de nuevo a Bonicaparra, donde aprovechamos para coger agua y para ver el paraje que las nieblas nos taparon en el trayecto de ida. Parecíamos cabras cogiendo los frutos del guindo que había junto a la fuente.

Ya en Turza, cogimos el GR 93 hasta Ezcaray, perfectamente ciclable, que también nos brindó emociones fuertes.

Nada más terminar la ruta, cargamos las bicicletas al remolque y nos trasladamos a Vinuesa con los coches. El día resultó largo y agotador, pero no tan largo como lo sería la siguiente jornada que a continuación os voy a contar.

* Para diseñar el trazado, hecho prácticamente a la carta, he contado de nuevo con la inestimable colaboración de ELMUNI (Nacho) de Wikiloc. Ha sido un placer trabajar con él codo con codo. La navegación ha sido perfecta.

https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/ezcaray-2-club-en-ruta-08-19-39396447



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TERCERA RUTA. 3 DE AGOSTO

Vinuesa - Pico Urbion - Nacimiento del Duero - Castroviejo – Cueva Serena - Duruelo de la

Sierra - GR14 "Sendas del Duero" - Vinuesa

Comenzamos el recorrido desde la localidad soriana de Vinuesa, para afrontar una larga y eterna subida al Pico Urbión, donde salvamos un desnivel positivo de 1.130 metros.
Vinuesa

La aproximación al Urbión tiene tres partes bien diferenciadas: los primeros 15 kilómetros transitan por pistas en buen estado y zonas boscosas con más tramos llanos y descendentes que ascendentes, a continuación unos 7 kilómetros de dureza moderada hasta Cruce Tejeros y por último 4 extenuantes kilómetros de pedregal, hasta llegar a la misma base de rocas que coronan el pico Urbión. En algunos tramos fue necesario buscar una buena trazada y aunque había zonas técnicas, se podían subir sin dificultad.


Para hacer cima y disfrutar de las vistas de 360º dejamos las bicicletas en la base de las rocas para trochar andando una distancia de unos 400 metros, en la que tuvimos que salvar 60 metros de desnivel.

pico Urbión


El Pico Urbión corona la provincia de Soria con sus 2.229 metros de altitud, haciendo de vértice entre ríos y comarcas. Desde su cumbre se ven las sierras de La Demanda, Cebollera, Cameros, Moncayo, Cabrejas... En días claros se divisan también los Pirineos y el Sistema Central.


Desde las cimas del Urbión serán visibles otros parajes destacados como Peñas Claras, la Laguna Larga o la Laguna de Urbión, donde el río del mismo nombre inicia su descenso por un hermoso valle ya en la comarca de La Rioja. También tuvimos a la vista el Pico Buey, protagonista de nuestra siguiente jornada, pero pasó inadvertido pues no conocíamos todavía su localización. La cima del Urbión estaba muy animada y comprobamos la afición por la montaña que hay en estas tierras sorianas. Tiramos fotos en todas direcciones y disfrutamos de todas las panorámicas posibles gracias a la buena visibilidad.



“El Bunker”
Bajamos a por nuestras bicicletas para descender hasta el nacimiento del río Duero en el paraje “Fuentes del Duero”, muy cercano al Urbión. Desde aquí, seguimos por la senda marcada hacia el refugio situado en las laderas de Peñas Blancas, conocido como “El Bunker”. En este tramo de sendero de unos 2,5 km, fue necesario empujar la bicicleta, sobre todo en su parte final. A pesar de ser en pronunciado descenso, resulta fatigoso y te acuerdas del que hizo el track, o sea de mí, pero la recompensa estaba por venir, pues quedaban sendas divertidas para disfrutar siguiendo el Camino Natural del Duero.



Llegados al refugio seguimos descendiendo por una pista en muy buen estado para reagruparnos en el área recreativa de la Fuente del Berro. Tras una larga espera llegaron los más rezagados y una vez reagrupados salimos en busca de otro de los puntos emblemáticos del día, Castroviejo, un sistema de roquedos redondeados de conglomerado silíceo que forman calles y laberintos, dando lugar a uno de los elementos característicos del paisaje pinariego de Urbión. Recorrimos este paraje singular y nos asomamos al Mirador de Castroviejo para contemplar el Valle del Duero en toda su extensión.

Castroviejo
Mirador de Castroviejo

También tuvimos ocasión de acercarnos en un corto desvío, a otro lugar emblemático de la Sierra de Urbión, Cueva Serena, donde los más atrevidos se metieron bajo la fría cascada y a continuación regresamos sobre nuestros pasos, pasando de nuevo por Castroviejo, para coger a nuestra derecha el GR 86.1, coincidente con el GR 14. Es todo ciclable y tiene tramos técnicos y de gran inclinación, por lo que dejamos que abrieran camino los más free-riders del club que bajaron como una exhalación, y a continuación el resto que fuimos sorteando estos tramos, cada uno según nivel y prudencia.



En la localidad de Duruelo de la Sierra nos acercamos a la Iglesia de San Miguel Arcángel (S. X- XVII) para asomarnos a su Necrópolis Medieval de tumbas antropomorfas (S. IX-XIII) y después nos sentamos en una terraza en torno a unas refrescantes cervezas que nos supieron a gloria a esas alturas de ruta.



Continuamos nuestra ruta, de nuevo junto al río Duero, para descender por su margen izquierda y adentrarnos en el paraje de Las Tozas, donde se encuentra el antiguo Puente de Santo Domingo, datado en el siglo XII y declarado Bien de Interés Cultural. Se trata del puente más antiguo de la zona con una gran bóveda de medio punto.


(Supimos que no es romano no porque nos lo dijera Carlos, que tenía toda la razón, sino porque todo el grupo nos dimos cuenta al instante, nada más ver sus elementos constructivos, que la aboquillada del ábside acanalado, con la dovela adintelada y el mortero monocapa, le daba un aspecto abocinado que no era nada normal, vamos que no nos cuadraba que fuera romano, !ea!)

Puente de Soria

Continuamos por la margen derecha del río, alcanzando tras un pequeño trecho el Puente de los Arrieros, cuyo nombre alude a la floreciente actividad carretera que se desarrolló en la zona entre los siglos XVI y XVIII.



El sendero vadea el cauce y cambia de margen. En este punto el Duero, todavía aprendiz de río, presenta un lecho rocoso con innumerables cantos rodados, muy adecuado para la freza de la trucha.

Río Duero


Luego el río se adentraba en un pequeño cañón y el trazado lo sorteaba bajando por unas escaleras hasta alcanzar el Puente de la Arenilla, situado en las inmediaciones de una extensa área recreativa acondicionada por el Ayuntamiento de Covaleda, en cuyo caserío, de apariencia moderna, sobresalían la Iglesia de San Quirico y la Iglesia de Santa Julita.


La Senda del Duero vadea el río y discurre, paralela a su margen derecha, por el Camino de la Morciguilla hasta el Puente de Soria. Enclavado en el antiguo camino de Covaleda a Soria, este extraordinario puente, construido durante el siglo XVII, fue una de las principales vías de comunicación utilizadas por la importante industria de la carretería para transportar madera y lana a todos los puntos de España.

En este punto se abre un angosto valle entre la Sierra de Resoma y la Sierra de Urbión, por cuyo fondo corre rápido el Río Duero. El Camino de la Morciguilla por el que íbamos sortea la hondonada adentrándose en la Sierra de Resoma; el pino desaparece y paulatinamente da paso a un agreste monte de rebollos.

Al llegar al lugar del Salegar del Calvo la pista se acaba y el Camino Natural asciende pronunciadamente unos metros por un antiguo arrastradero de madera, una bonita vereda que desemboca en un amplio camino forestal donde la Senda del Duero vuelve a compartir trazado con el Sendero Iber Soriano GR 86.

Pico del Águila

El itinerario discurre por los parajes de El Hornillo y Peñas Rubias y desemboca en otro camino forestal. La Senda del Duero continúa por el ramal de la izquierda hasta el puesto de vigilancia forestal del Pico del Águila, un elevado promontorio desde donde se divisan unas extraordinarias vistas sobre la Sierra de Urbión y el Embalse de la Cuerda del Pozo. Fotos aquí y allá y continuamos ruta con un divertido descenso que en poco tiempo nos lleva a Salduero.

Pico del Águila

Dejamos Salduero por la pista asfaltada, que siguiendo la margen derecha del río, conduce a la Ermita del Santo Cristo. Acompañado de un vía crucis de piedra, tras un breve trayecto, el Camino Natural alcanza la localidad de Molinos de Duero que tras abandonarla, cruzando la carretera CL-117 por debajo del puente sobre el Río Duero, toma la calzada romana que se dirige hacia el pueblo de Vinuesa. El sendero es perfectamente ciclable y es todo un placer para los sentidos.

Conoce el pueblo | Molinos de Duero
Calzada Romana-molinosdeduero.es.

Durante este tramo, perfectamente enlosado, todavía pueden observarse los surcos que el trajín de las carretas marcó sobre las piedras, y las inscripciones de quienes ordenaron su construcción.

Puente de servicio y restos de puente antiguo

Entre pinos y sauces el sendero acompaña al río cuyas aguas comienzan a aquietarse al alcanzar la cola del embalse de la Cuerda del Pozo. En este paraje la Senda del Duero cruza el embalse por un puente de servicio, y entra en Vinuesa por la Cañada Real Galiana.


https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/vinuesa-pico-urbion-nacimiento-del-duero-castroviejo-duruelo-de-la-sierra-gr14-sendas-del-duero-vin-33396432



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CUARTA RUTA. 4 DE AGOSTO

Puerto de Santa Inés - GR86 - Montenegro de Cameros - Villoslada de Cameros - Ermita Virgen de Lomos de Orio - Pico Buey – Pistas de esquí – Puerto de Santa Inés


Comenzamos este fantástico itinerario desde el Puerto de Santa Inés, a 17 km de Vinuesa, donde hay una pequeña estación de esquí en una zona con buenos recorridos para practicar esquí de fondo. Para ello madrugamos un poquito más para cargar las bicicletas en el remolque, desayunar temprano y desplazarnos hasta el lugar de salida.

El sector “pro” del club inició el recorrido por el GR86, atravesando el Hayedo de Tozas hasta Montenegro de Cameros, mientras que el resto del grupo lo hicimos por pista para reagruparnos de nuevo en Villoslada de Cameros. Los primeros bajaron por la senda que desciende zigzagueando a través de un fresco pinar poblado de líquenes (barbas de capuchino) que resultó estar limpia, pues suele estar invadida de maraña de los continuos trabajos forestales. Esta senda es conocida como “Camino del Puerto” y llegando casi al fondo del valle, sale del pinar y entra en el hayedo. El camino se va ensanchando progresivamente y desciende recto durante un buen tramo por el margen derecho del arroyo del Puerto. Poco a poco el paisaje se va despejando, desapareciendo el arbolado a ambos lados del camino. Cuando la vereda se sitúa a la misma altura del arroyo del Puerto, se convierte en la pista de tierra que tras vadear el arroyo en dos ocasiones, sale a la carretera que en descenso lleva a Montenegro de Cameros y en 8 kilómetros más, paralelos al río Mayor, baja hasta Villoslada de Cameros.

“Camino del Puerto”


El grupo de pista hicimos un descenso a Villoslada de Cameros, 5 kms más largo que el del primer grupo y salvando un repecho de unos 3,5 kilómetros rodeando Peña Mediana, tras el cual el camino cae pronunciadamente hasta la carretera del puerto, que seguimos a la derecha hacia Villoslada. La bajada es pedregosa y muy larga llegando al final con los brazos y muñecas doloridas.

Villoslada de Cameros

Una vez reagrupados, iniciamos una larga ascensión asfaltada hasta el paraje de Achicuelo, donde el grupo vuelve a dividirse, los más fuertes siguiendo el track previsto por la ermita de la Virgen de Lomos de Orios y el resto siguiendo el valle del río Iregua en constante ascenso hasta el Refugio de Cazadores.

Los primeros llegaron a la ermita que se encuentra rodeada de cumbres que superan los 2.000 metros, entre bosques de pino silvestre, acebos, olmos y fresnos. El conjunto está formado por la ermita barroca del siglo XVII y la casa del santero, a 1.415 metros de altitud.



Es un templo de tradición religiosa popular vinculado a la trashumancia, donde se encuentra la talla románica de la Virgen de Lomos de Orios, del siglo XIV.

Después hay un tramo de recuperación de unos 9 kilómetros, inmersos en el corazón del Parque Natural de la Sierra Cebollera, por una buena pista en terreno descendente para iniciar la larga ascensión hacia el refugio de cazadores, dejando abajo a la izquierda los Hoyos de Iregua, una de las mayores representaciones de relieve glaciar (hoyos) de la península.



El segundo grupo, en tendido y continuo ascenso, fue ganando altura junto al río Iregua, para enlazar con el track a escasos 2 kilómetros del Refugio de Cazadores a donde llegamos tras salvar durísimas rampas que nos exigieron fuerza, técnica y concentración.

Desde el refugio hasta el alto del cordal nos esperaban los porcentajes más duros de todos estos días, con tramos muy empinados y técnicos donde parecía imposible subir montados en la bicicleta, y donde todos menos Julián, nuestro gran escalador, pusimos pie a tierra.









Desde la loma cimera un camino herboso en pendiente más suave nos llevó hasta la cumbre del pico Buey (2.034 m.) indicada con un vértice geodésico. Las vistas de la Sierra de Urbión, Cebollera y de la Demanda eran magníficas. Pudimos ver el San Lorenzo, protagonista de nuestro primer día y el Urbión al que subimos el día anterior y un gran conjunto de cimas, algunas de ellas conquistadas y otras pendientes para futuros proyectos.

Pico Buey
Y por último, bajamos al puerto de Santa Inés junto a las pistas de esquí alpino, por un camino empinado donde tuvimos que ir bien atentos a la trazada y al terreno, siendo un final divertido y emocionante que nos dejó un fantástico sabor de boca.




Esta vez hicimos el avituallamiento al finalizar la ruta como fin de fiesta, instalándonos en las laderas del Puerto de Santa Inés, donde dispusimos un buffet libre de jamón serrano, queso, salchichón y chorizo, con los que rellenamos a placer los bocadillos y de postre dátiles. Las viandas, las bebidas frescas y el buen humor reinante, atenuaron el cansancio de la jornada y una vez recuperados, iniciamos el viaje de regreso a Cuenca.

Grupo-1:

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Grupo-2:
https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/puerto-de-santa-ines-pena-mediana-villoslada-de-cameros-valle-de-iregua-pico-buey-39632200



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Ahora ya estamos con la vista puesta en nuestra escapada de otoño y mientras tanto, conservamos los parajes, sendas, caminos, cumbres e imágenes de todo lo que hemos vivido en estos días de gran intensidad deportiva y de buena camaradería.

COMUNICADO URGENTE DE LA DIRECTIVA DEL CLUB:


Se ha decidido por unanimidad que todos los miembros de club aportarán la cantidad de 1 €, que se destinará a la compra de una bicicleta eléctrica para Macario.
El resto del dinero ya lo pone él.
Firmado: Presidencia, Vicepresidencia, tesorero y vocales.


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