El fin de semana del 27 al 29 de septiembre organizamos la ruta de otoño en el Albergue de la Fuente de las Tablas, para conmemorar el XXV Aniversario del Club En Ruta de Cuenca. Estas son las tres rutas que hicimos:
Albergue Fuente de las Tablas |
El entorno es espectacular y disfrutaremos de gran variedad de paisajes, en función de la altitud a la que nos encontremos.
Llegados a Beamud, cogemos una bonita senda a pocos metros del pueblo, que comparte trazado con el Camino Natural del Júcar, siendo ciclable, con algún paso de habilidad en el tramo de subida. Nos dejará prácticamente en el Molino de Juan Romero, desde donde iniciaremos la subida al Collado Aparicio, que se hace sin problemas, a excepción de un rampón de gran pendiente y terreno suelto, donde habrá que echar el resto.
El descenso del Collado Aparicio tiene su miga y su emoción, por lo salvaje y lo poco transitado.
Ya en la carretera de Valdemeca, nos acercaremos a la Fuente de la Ardilla para aprovisionarnos de agua antes de comenzar la ascensión a Collado Bajo
La subida la haremos por su ladera nororiental, en plena Sierra de Valdemeca, con un paisaje húmedo, donde abundan los helechos y las fuentes. Por el contrario el descenso lo haremos por su vertiente suroccidental, donde el paisaje es más agreste y seco.
Las vistas desde Collado Bajo, en días de buena visibilidad pueden alcanzar cientos de kilómetros en 360º, pudiéndose ver la Sierra de Madrid, la Sierra de Albarracín, los Montes Universales, el Alto Tajo, Javalambre, la Sierra de Valencia o el Penyagolosa (Gigante de Piedra).
El descenso a Valdemoro de la Sierra es agotador, interminable y no permite despistes. Hay que ir muy atentos a la trazada, y puede dar algún susto a más de uno.
Desde Valdemoro cogemos la "durísima" subida de la Hoz de Cuenca, rumbo a Cerro Montoso, desde donde podremos ver Collado Bajo justo frente a nosotros y magníficas vistas de 360º.
Desde aquí, descenderemos al inicio de la rambla de Prado Ciervo y visitaremos el singular paraje de Las Tierras Coloradas, dentro del Monumento Natural de Palancares y Tierra Muerta. Se trata de una gran extensión de arenas arcillosas ricas en hierro, que le da ese color rojizo característico, donde apenas puede existir vida vegetal y que nos trasladará a un paisaje marciano.
Una ligera subida al Cerro del Toro y ya con todo el acumulado hecho, sólo nos queda dejarnos caer hasta el albergue de la Fuente de las Tablas.
Cabe advertir que la ruta tiene 2.000 metros de desnivel positivo, lo que ya dice de su dureza, pero hay que añadirle un plus, ya que se trata de un desnivel, que en ocasiones es difícil de salvar. Encontraremos caminos muy rotos y pedregosos, sobre todo el que va a continuación de Valdemoro de la Sierra, que pondrá a prueba nuestra fuerza y pericia sobre este tipo de terrenos.
Cabe mencionar que en la primera parte de la subida a Collado Bajo, hay un tramo tan empinado y técnico que nos obligará a desmontar y a empujar la bicicleta, sobre todo a los musculares, quedando la posibilidad de hacerlo montado, a eléctricos con buena trazabilidad y técnica.
En resumen, se trata de un continuo sube y baja, donde las subidas son duras y los descensos tampoco sirven para recuperar.
Subiremos la falda de La Modorra, hasta que nos lo permita y dejando las bicicletas, ascenderemos a pie hasta el pico. Las vistas merecerán la pena.
De camino a La Toba, haremos una parada, dejando las bicicletas junto al camino, para asomarnos andando a unos fantásticos miradores naturales sobre la Cola del Boquerón. Descubiertos por los rastreadores del club, apenas son conocidos y no hay señalización, ni senda alguna, por lo que habrá que ir pendientes del track para no saltárselos.
De nuevo en las bicicletas, bajaremos hasta la presa del embalse de la Toba, primero por camino y luego por una senda rápida y cómoda. Habrá que saltar un pequeño muro, para enlazar con otra senda, que se perderá momentáneamente en un pequeño pinar, debido a la caída de algunos pinos, pero que recuperaremos enseguida. Es una senda escondida y recóndita, algo más técnica, donde en ocasiones habrá que abrirse paso entre vegetación arbustiva de boj y que hará las delicias del que se anime a recorrerla en bicicleta.
Tras esta magnífica senda, cogemos un camino en subida, donde hay un rampón considerable, ciclable si el terreno pedregoso presenta buen agarre. Tras un tramo de carretera de montaña, conocida como carretera de la Fuente del Arenazo, sin apenas tráfico, nos acercaremos a ver el Pino del Pozo Cubierto, catalogado como árbol singular de Castilla la Mancha, nos sorprenderá el crecimiento horizontal de una de las ramas, siendo el resto hacia arriba en forma de candelabro.
Después nos acercaremos a las Tierras Coloradas, dentro del Monumento Natural de Palancares y Tierra Muerta. Se trata de una gran extensión de arenas arcillosas ricas en hierro, que le da ese color rojizo característico, donde apenas puede existir vida vegetal y que nos trasladará a un paisaje marciano.
Los caminos de acceso a este paraje, como a los anteriores, son bastante correosos, por la cantidad de piedras sobre las que hay que rodar, por lo que hay un plus de dureza cuando la cosa pica para arriba.
Finalizamos el recorrido, descendiendo hasta la Fuente de las Tablas para dar por concluida una fantástica ruta de corto kilometraje, pero intensa y de gran belleza.
(Foto de Tomas)
Aquí dejamos un video con el resumen del fin de semana.
Video de Tomas