viernes, agosto 25, 2006


DEL 18 AL 20 DE AGOSTO

Ningún año nos privamos del placer de rodar por el Parque Natural del Alto Tajo y en esta edición hemos buscado la parte más alta de la cuenca, recorriendo parajes que estaban por conquistar y que, por su belleza y espectacularidad, nos quedarán grabados para siempre en la retina.



Los afortunados:
Los Pablos, Miguel Montero, Adolfo y José Antonio (Pérez Team), Eduardo Seligrat, Abel, Salva y Carlos Villar

Cómo nos fue:

ETAPA-1: TRAGACETE – GRIEGOS
(Viernes 18 de agosto - 45 kms)

Las 4 de la tarde y, puntuales, cargamos las bicicletas en el coche y ponemos rumbo a Tragacete donde ya nos está esperando el Pérez Team.
Aseguramos las sujeciones de las alforjas, comprobamos que portamos todo lo necesario y comienza la aventura.
Estrecho de San Blas
Para variar, los primeros kilómetros son de subida por una carreterita que ya nos conoce por la cantidad de veces que hemos subido a San Blas. En la fuente del Estrecho cargamos agua y continuamos la ascensión hacia la Peña del Vuelo, de casi 11 kilómetros, desde donde se contempla una magnífica vista de la vega de Tragacete.

Peña del Vuelo, junto a La Mogorrita
El destrozo de una corta reciente nos obliga a descender directamente hacia el valle del Chispo sin pasar por la Cañada Mediana, como era nuestra intención, pero el camino alegre y sinuoso es reconfortante y el atajo nos ha venido de maravilla ya que corremos el riesgo de que se nos eche la noche encima si nos surge algún contratiempo.
Hacia el Valle del Chispo

Valle del Chispo
En el Puente de Veguillas tomamos el primer contacto con el Tajo. Pobrecillo, la ausencia de lluvia lo ha dejado en los huesos, digo en las piedras.
Mientras el grupo se relaja un poquito junto al merendero, me adelanto unos metros para investigar una conexión hacia la Casa de Valdeminguete por un barranco. Hay una senda que se encajona en un barranco y como el tiempo apremia, decidimos dejarla para otra ocasión, continuando por carretera hasta coger el camino de Valdeminguete, al que accedemos primero por un camino que se pierde en la pradera y después campo a través y que nos deja en plena ascensión al Portillo.
Valdeminguete
Miguel, haciendo gala de un buen fondo adquirido en el Camino Norte de Santiago, pone un fuerte ritmo en cabeza hasta coronar el puerto. Menos mal que es asfalto porque hay rampas durillas y más arrastrando el peso de las alforjas. A más de 1.800 metros las vistas a ambas vertientes alcanzan decenas de kilómetros y, mientras recuperamos resuello, nos deleitamos con tan espectacular panorámica. Abajo se ve Guadalaviar y hacia allí nos dirigimos a tumba abierta. El cuentakilómetros supera los 70 km/h.

El Portillo
Pasamos por la plaza del pueblo donde hay chiquillería en bicicleta que, curiosos, observan con atención nuestras bicicletas tan aparatosamente equipadas con transportines y alforjas.
Está empezando a anochecer y ponemos rumbo a Griegos a donde llegamos en un santiamén ya que este pequeño tramo de 6 kms es de carretera.
Guadalaviar
En el pueblo se respira un magnífico ambiente y nos acercamos al Hostal Muela de San Juan a tomar posesión de nuestros aposentos. No hay espacio para dejar las bicicletas pero un lugareño nos ofrece amablemente una cochera cercana.
Nuestra casera cocina para nosotros y mientras tanto aprovechamos su conocimiento del terreno para informarnos acerca del recorrido del día siguiente. Comentamos sobre los mapas el recorrido y nos desaconseja la subida a la Muela por el viejo camino ganando opciones la pista nueva que sube a las instalaciones de esquí de fondo.
Un paseo por el pueblo, exteriores de la iglesia de San Pedro del s. XVI y algunos interiores para degustar “licores digestivos” y a la cama.
De parranda en Griegos
ETAPA-2: GRIEGOS – PERALEJOS DE LAS TRUCHAS
(Sábado 19 de agosto – 80 kms)

Tras un buen desayuno y después de estudiar las posibles opciones para el día de hoy, dejamos la ruta abierta con varias alternativas para ir decidiendo sobre la marcha en función de las sensaciones que vayamos teniendo.Nada más empezar subimos por pista hasta el Cerro de Santa Bárbara, en los altos de la Muela de San Juan, donde hacemos el recorrido de esquí de fondo, muy recomendable con nieve por la belleza del lugar.
Santa Bárbara

Griegos desde Santa Bárbara
Después de este pequeño rodeo, bajamos a toda velocidad por el Barranco de las Avellanas en busca de la Fuente del Tesoro y Villanueva de las Tres Fuentes en cuyos prados pasta un rebaño de ovejas con sus corderos recién nacidos. Algunas todavía preñadas se mueven torpemente a nuestro paso ante el inminente parto.

Barranco de las Avellanas

Paraje de la Fuente del Tesoro

Villanueva de las Tres Fuentes
Un camino poco rodado nos sube hacia la Loma del Zorro y tras un rápido descenso, nos presentamos en una cómoda pista que nos lleva hasta el camping de Orea y a un área recreativa con refugio que, por cierto, tenía cristales en las ventanas y además estaba cuidado y limpio, igualito que en los de Cuenca (Pozarrón, Vaquerizas, Halconera,... ¿sigo?).

Cerro de Los Bonetes desde la Fuente del Pajarero

Área recreativa de La Pinilla

Río de La Hoz Seca
A tan sólo 3 kms de Orea se propone un entretenimiento para ver la Laguna de la Salobreja. Por unanimidad se aprueba la moción (da gusto juntarse con gente que no le hace ascos a los kilómetros extra aunque sean de los de sudar a chorros). La recompensa es descubrir un paraje impresionante, protegido de montañas, con una verde pradera y en medio la laguna que tuvimos que localizar con ayuda del mapa, Al acercarnos, cientos de ranas buscaban refugio en sus aguas y Fito las hizo saltar a base de bien corriendo velozmente por su perímetro. Nos echamos unas buenas risas. El Presi que andaba buscando la laguna en dirección equivocada llegaba también al lugar y auguraba una buena berrea en los alrededores para dentro de un mes aproximadamente.
Subimos un rampón pedregoso para recuperar el camino de Orea y ya con las tripas vacías, las arreglamos con viandas ligeras, propias del verano y adecuadas al ejercicio físico, ó sea, judías y estofado de ciervo.
Paraje de la Laguna de La Salobreja

Dura rampa de regreso de La Salobreja


Camino de Orea
Continuamos la ruta y otra propuesta rompe los esquemas ya que la carretera hacia Checa sería todo cuesta abajo, siguiendo el curso del río Cabrillas y el GR-10 es un sube y baja y nada más comer, pues como que la gente torcía un poco el morro, pero, en el momento en el que cruzaba un ángel, alguien dijo la frase mágica: “Yo si vas tú me voy contigo”. Dicho y hecho, ¡a buscar el GR!. La subida con algún tramo técnico es casi toda ciclable y va ganando altura siguiendo el tendido eléctrico y dejando abajo el barranco por el que discurre la carretera. Entre jaras ganamos el collado de la Peña Blanca y el descenso es una delicia. No nos hemos equivocado en absoluto y todos hemos disfrutado de este enlace que ganaba la partida al asfalto.

De Orea a Checa por el GR-10

Bajando a Checa
Ya en Checa callejeamos para conocer el pueblo y charlar con lugareños que siempre aportan buena información. El Arroyo de la Pedrera discurre por el pueblo, antes de desembocar en el Cabrillas, formando cascadas salvadas por puentes y el sonido del agua es relajante.
Checa. De chascarrillos con el abuelo y el nieto
Una nueva alternativa patrocinada por el Presi es aceptada de común acuerdo. Se trata de un pequeño bucle en dirección a Alcoroches hasta la Fuente del Hocinillo y volver a Checa por el camino de La Espineda. También mereció la pena el rodeo.
Fuente del Hocinillo
Camino ya de Chequilla, cuando habíamos parado para reparar un pinchazo de mi bicicleta, pasaron junto a nosotros dos venerables ciclistas en un tandem de carretera con remolque y banderín incluido. Nos saludamos con afecto animándoles su pedaleo y continuamos ruta por las Quebradas. Es un paraje de rocas singulares insólito, tan cercano a Chequilla que, incluso algunas de ellas están dentro de la población. Me ha parecido un lugar encantador, con un aire mágico y misterioso y en mi mente podía ver a antiguos pobladores practicando rituales atávicos ofreciendo sacrificios y tributo a sus dioses.
Banderines y un escenario en la plaza indicaban que el pueblo estaba en fiestas y nos hubiéramos quedado de buena gana, pero nuestro destino era Peralejos de las Truchas, por lo que de nuevo carretera y manta y a rodar esta vez por un fantástico camino acompañados todavía de esas rocas rojizas tan peculiares.
Las Quebradas

Las Quebradas junto a Chequilla

Las Quebradas

Chequilla
Atención, vemos que el camino acaba y comienza el asfalto. Ya sabemos el porqué. Lo han asfaltado porque si no sería imposible subir esa rampa ni con un 4x4. El culillo hacia adelante y a apretar los dientes. Qué manera de subir piñones. Todos metiendo hierros hasta no poder más. Bueno, calculo que fueron unos 500 metros infernales y cuando la pendiente baja a registros más moderados, el asfalto termina y volvemos a rodar por camino.Mientras comentamos el susto que nos produjo ver ese pedazo de rampa y rodando ya con más alegría, ¡terror!, vuelve de nuevo el asfalto y vuelve a aumentar el desnivel de forma escandalosa. Me pongo en cabeza y a cada curva le sucedía otra y otra y otra más, y parecía no tener fin. Por mis brazos empezaban ya a discurrir ríos de sudor y es que la subidita se las traía. Y por fin el esperado collado por el que, en dirección noroeste caeríamos a la hoz de Peralejos de las Truchas, ya todo en descenso.
Ruta de las Piedras Rojas. Camino de Peralejos de las Truchas

Cuesta del Barranco
Buena jornada la del día de hoy y bastante rompepiernas. Buen entrenamiento para lo que se avecinaba al día siguiente.
Vamos directamente a Casa Pura, donde nos adecentamos antes de dar un paseo por el pueblo. Después de todo el día sobre la bicicleta, unas cervezas con limón nos saben a gloria bendita y, cuando la temperatura empezaba a refrescar tras el anochecer, una buena cena en nuestro alojamiento y una agradable tertulia con Alfredo, propietario del establecimiento, que nos contó anécdotas del lugar hasta la hora de dormir.


ETAPA-3: PERALEJOS DE LAS TRUCHAS-TRAGACETE
(Domingo 20 de agosto – 50 kms)

Llegados desde Cuenca, se incorporan a este último día de travesía Abel, Carlos Villar y Salva. Dejamos la hospitalidad de Casa Pura para afrontar un recorrido de gran dureza uniendo los ríos Hoz Seca y Tajo, salvando tres duras ascensiones con sus correspondientes valles y hoces.
Peralejos de las Truchas. Casa Pura
Después de cargar agua en la plaza de Peralejos, toda la que podemos transportar, ya que no habrá agua hasta prácticamente el final de ruta, ponemos rumbo hacia el río de la Hoz Seca salvando un largo repecho con un terreno suelto donde Fito estira al grupo con sus ya famosas salidas fulgurantes.
Saliendo de Peralejos de las Truchas

Las Juntas desde el Camino de la Herrería

Camino de La Herrería
Descendemos a la Herrería tomando precauciones por las peligrosas roderas del camino, para vadear el río muy cerca de Las Juntas, donde el Hoz Seca rinde tributo al Tajo aportándole un caudal respetable que le hace merecedor de la categoría de río. Ya sabéis el dicho: “El Tajo pone la fama y el Hoz Seca pone el agua”.
Tras cruzar el río comienza uno de los tramos más esperados del día y todo un reto para cualquier ciclista de montaña, que es la subida a La Campana, con un primer repechón de más de 2 kms al 30%. Creo que es la subida más dura y constante que conozco. Además el terreno suelto y pedregoso no permiten una buena adherencia y hay que trazar bien para no perder el equilibrio. Prácticamente toda la ascensión podemos hacerla montados pero hay zonas de agarre imposible en las que, para salvarlas nos vemos obligados a poner pie a tierra. Abel y José Antonio demuestran su calidad y técnica como escaladores extremos y no cejan en su empeño de coronar esta rampa infernal.En alguna ocasión el porcentaje puede bajar al 20% y es donde aprovechamos para recuperar y tomar aire para seguir subiendo.
Vadeo del Río de La Hoz Seca

Subida a La Campana 30%
La llegada a La Campana también presenta rampas de consideración y el desgaste acumulado va haciendo mella en el grupo. El día es muy caluroso y hay que administrar bien el agua, lo que aumenta la sensación y el deseo de calmar la sed.
Más de dos kilómetros infernales al 30%

Vista aérea de La Herrería y Las Juntas

Salva, "The Machine"

¡Prueba superada!. Ahí estoy coronando el repechón y el Presi haciendo de notario

Atravesamos la Campana por un paso en la roca y nos abre las puertas a la espectacular Hoz del Tajo. Un largo descenso nos va acercando a la Rambla Malilla, donde desemboca el Arroyo de los Huecos, cuyo barranco ya es conocido por anteriores incursiones. Se trata de un paraje inhóspito y virginal con un acceso muy difícil, lejos de cualquier parte, que lo convierten en un oasis de paz para aquellos afortunados que tienen el privilegio de encontrarlo.Una breve parada para tomar unos bocatas y alimentar a una trucha glotona que, confiada, come las migas de pan que le lanzamos desde la orilla y de nuevo en terreno duro iniciamos la última dificultad montañosa del día.
Paso de la Campana
La Campana


Rambla Malilla

Río Tajo. Rambla Malilla
La subida hacia el Collado Manchego y El Ojuelo tiene en sus primeros kilómetros las rampas más duras y los tramos más técnicos por la piedra suelta, pero una vez en la pista que viene de la Cañada de las Tablas, la pendiente es suave y se rueda fácil aunque ya no estamos para muchas alegrías.
Subiendo hacia el Collado Manchego
El agua escasea y las ganas por llegar al Estrecho de San Blas y a su magnífica fuente, aceleran el descenso por la senda de los Ojuelos de Valdeminguete y el Estrecho del Infierno.
Manantiales del Júcar
Como ovejas sedientas, llegamos levantando polvo con nuestras bicicletas y abrevamos hasta saciarnos. José Luis, padre de Miguel, que se ha ofrecido para llevar el coche desde Peralejos hasta Tragacete, nos espera para comer y ya tiene la mesa reservada en “El Chato” donde el ciervo, las migas de pastor con huevo frito y otras viandas, corren por la mesa con generosidad.

Fuente de San Blas
Comilona en El Chato. Tragacete
De esta travesía puedo deciros que es una de las mejores, quizás la mejor, que he hecho en el Alto Tajo. Como recuerdo aquí queda este testimonio de nuestro paso por allí.
Hasta la próxima aventura.

1 comments:

yusemi dijo...

Hola me llamo Jose y estaba pensando en hacer la ruta que teneis publicada. Lo unico es que no se el recorrido en un plano. LO teneis grabado en un track del gps por casualidad??

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